Cultos
El fin primordial de la Archicofradía es dar culto a la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, derramada para la salvación de la humanidad.
La devoción a la Sangre de Cristo es un acto de afecto y respeto al misterio insondable del Amor y de la Misericordia divinas. Dijo San Pablo: “Para ser libres nos libertó Cristo” (Ga 5, 1). Y esta libertad tuvo un precio alto: la vida, la sangre del Redentor. La Sangre de Cristo es el precio que Dios pagó por librar a la humanidad de la esclavitud del pecado y, sobre todo, de la muerte eterna.
Dicho fin principal se materializa, a lo largo de todo el año, en una sucesión de actos y celebraciones que conforman el programa anual de cultos. Los cofrades participan activamente en la vida litúrgica mediante la celebración de los sacramentos, la oración y la manifestación pública de su fe; lazos que fortalecen la devoción a la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor y, en definitiva, la comunión general.
“Vulnus tuum porta caelis est”
“Tu Llaga es puerta del Cielo”
La Archicofradía celebra Eucaristía cada primer miércoles de mes en honor al Santísimo Cristo de la Sangre y en sufragio de los cofrades fallecidos. Se lleva a cabo a las veinte horas en la Iglesia Arciprestal de Nuestra Señora del Carmen. A su término, se realiza una meditación ante el Cristo de la Sangre en su Capilla, organizada por el Grupo Joven de la Archicofradía. El primer miércoles del mes de noviembre adquiere categoría de Misa de Difuntos que, en caso de caer en día de precepto, se celebra el miércoles siguiente.
El período cuaresmal en la cofradía se abre con el solemne Quinario al Santísimo Cristo de la Sangre, herencia del antiguo quinario que se celebraba los cinco miércoles de Cuaresma. Comienza el Miércoles de Ceniza y finaliza el domingo de esa misma semana, con Ejercicio de las Llagas, Solemne Eucaristía e Himno de la Preciosísima Sangre. El Santísimo Cristo de la Sangre preside la Iglesia del Carmen desde el altar. Los cinco días se celebran en la Iglesia del Carmen a las ocho de la tarde. El domingo, el Quinario se cierra con procesión claustral y veneración a la reliquia del Lignum Crucis de la Archicofradía.
El tercer miércoles de Cuaresma, a las ocho de la tarde, se celebra la Solemne Función de las Llagas de Nuestro Señor, con la presencia del Santísimo Cristo de la Sangre en el crucero de la Iglesia del Carmen. Rezo, meditación, canto gregoriano e iluminación de cera hacen de esta celebración el núcleo de la Cuaresma en la Archicofradía.
El Miércoles Santo se inaugura con la Misa Nazarena, a las diez y media de la mañana en la Iglesia del Carmen. Se realiza en presencia del Santísimo Cristo de la Sangre en su paso, así como del resto de pasos participantes en la procesión de la tarde. Dicha Eucaristía inicia la exposición de pasos en la iglesia, que se alarga durante toda la mañana.
Miércoles Santo a las seis de la tarde se abren las puertas de la Iglesia Arciprestal del Carmen para que la Solemne y Tradicional Procesión de “los coloraos” cruce el Puente Viejo y envuelva a la ciudad de Murcia, presidida por el Santísimo Cristo de la Sangre. De igual forma, a las seis y media de la tarde del Jueves Santo sale la Penitencial y Austera Procesión de Nuestra Señora de la Soledad del Calvario.
El día del Corpus Christi, jueves, se celebra Besapié al Santísimo Cristo de la Sangre en su Capilla, durante todo el día. La Archicofradía participa en la Eucaristía y Procesión del Santísimo Sacramento por las calles del Barrio del Carmen. El día uno de julio la Archicofradía celebra el día de la Preciosísima Sangre con Eucaristía a las ocho de la tarde.