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OBRA SOCIAL

La Archicofradía de la Preciosísima Sangre, no es ajena a la tremenda situación económica que azota a personas y familias, a las que la crisis sitúa al borde de la exclusión social ,muy especialmente, en algunas zonas de Barrio del Carmen, donde la Institución tiene su sede. Consciente del compromiso con los mas necesitados, en el año 2006 un grupo de cofrades, liderado por unas ejemplares mujeres que no escatiman esfuerzos y derrochan generosidad a raudales, se constituye la Obra Social de la Archicofradía, con el decidido propósito de poner un granito de arena para paliar, dentro de lo posible, tanto sufrimiento derivado de la carencia de lo más básico.

La Obra Social trabaja en proyectos propios, tales como ayuda a comedores escolares; campamentos escolares; medicamentos y alimentos; así como colabora en específicos programas con Caritas Diocesana, especialmente en el Campico, Alcantarilla, en un barrio muy deprimido a cuyos habitantes, especialmente a los niños, les falta practicamente de todo.

En el 2013, la Obra Social se pone a disposición de Caritas para regentar un Economato Social en el Barrio del Carmen. Un ambicioso proyecto en el que no se escatimará esfuerzo alguno.

Para la consecución de sus objetivos, la Obra dispone de un instrumento que permite la captación de los recursos económicos necesarios: El Rastrillo Solidario. En tres ocasiones a lo largo del año, en la propia sede, se instala un rastrillo en el que se vende a un precio simbólico (rara vez un artículo supera los tres euros) todo tipo de productos que donan cofrades y feligreses.

El rastrillo cumple una doble función: De una parte, proporciona a las personas que lo necesitan determinados bienes que a sus precios reales no les sería posible adquirir. Aquí los adquieren con la dignidad y libertad de quien los compran. Y, de otra, la recaudación de lo obtenido por las ventas, vuelve a revertir entre los más necesitados, generalmente los propios compradores.

Estamos convencidos de que la Obra Social es la función más importante de la Archicofradía. La que le da el verdadero sentido. La que cumple con el espíritu cristiano que ha de impregnar nuestros actos. Las que nos conforta y nos ayuda a ser mejores. La que justifica su existencia. Y por ello, vamos a seguir trabajando, con la ilusión y entrega de quienes saben que están cumpliendo con el mensaje que desde la Cruz nos transmite nuestro Cristo de la Sangre: Estar más cerca de las personas que nos necesitan. Lo que hagáis por ellas, lo hacéis por Mí.